Desde que el pasado 23 de agosto el Ministerio de Fomento y AENA decidieran reducir el horario de actividad de Foronda a 60 horas semanales, perdiendo así su condición de aeropuerto 24H y hacer un ajuste de la plantilla a través de un ERE, el aeródromo alavés esta viendo su futuro gravemente perjudicado.

Además, recientemente se conocía la posible retirada del PIF (Puesto de Inspección Fronterizo), imprescindible para un aeropuerto que recibe alimentos perecederos y que sin duda supone un nuevo mazado para la actividad carguera de Foronda.

Tal y como regula el Real Decreto 1977/1999, de 23 de diciembre en su por el que se establecen los principios relativos a la organización de los controles veterinarios sobre los productos procedentes de países terceros, en su artículo 3.2 “las partidas de productos de origen animal procedentes de países terceros exclusivamente podrán introducirse en el territorio español, a través de un Puesto de Inspección Fronterizo autorizado (PIF)”.

La gestión de estas instalaciones corresponde al Ministerio de Sanidad que ahora pretende retirar el PIF de Foronda para reducir gastos. Por lo que, ante esta situación, resulta urgente la adopción de medidas que permitan mantener el PIF y con ello la operatividad del Aeropuerto de Foronda.

“El Partido Popular quiere cerrar Foronda. La última decisión en este sentido es el cierre del Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) del aeropuerto de Foronda. Esta decisión hace inviable el transporte de mercancías perecederas. Si el Partido Popular no está dispuesto a invertir en Foronda, EAJ-PNV sí. Por eso, exigimos al Gobierno de Rajoy que permita al Gobierno Vasco hacerse cargo del Puesto de Inspección Fronterizo (PIF), para que el aeropuerto de Foronda pueda seguir dedicándose al tráfico de mercancías perecederas.” Ramiro Gonzalez, portavoz de EAJ-PNV.

Se ha solicitado la tramitación urgente de esta iniciativa ya que la posible desaparición del PIF de Foronda hace que sea urgente la adopción de medidas que permitan mantener estas instalaciones operativas, ya que son claves para que el Aeropuerto pueda seguir acogiendo vuelos con productos perecederos.