El portavoz del grupo juntero de EAJ-PNV Ramiro González ha manifestado la necesidad de adoptar medidas en profundidad y contundentes para evitar el derrumbe de varias calles e inmuebles de Navaridas. El candidato nacionalista a Diputado General de Álava se ha acercado esta mañana hasta esta localidad riojano-alavesa para conocer in situ el preocupante estado de algunas de sus travesías, principalmente las calles Tesoro y Jesús Ortega. “Hemos podido ver que parte de Navaridas se está hundiendo. Somos conscientes de la grave situación y por ello, instamos al Gobierno de la Diputación Foral de Álava a que ataje el problema de manera global, urgente y profunda para evitar el derrumbe de parte de Navaridas”, ha declarado tras realizar una visita por la zona más afectada de dicha localidad.

En su visita por Navaridas, Ramiro González ha conocido personalmente el tamaño de las grietas de algunos edificios de la localidad así como el hundimiento y socavones existentes en algunas de sus calles. “Mientras la villa se hunde, la receta del Gobierno foral parece quedarse en remedios puntuales de desescombro y pavimentaciones. La realidad ha demostrado que estas actuaciones son absolutamente insuficientes. Para evitar que finalmente Navaridas acabe hundido, las medidas tienen que ser de más calado”.

Navaridas arrastra esta situación desde los años noventa cuando los calados en los que se elaboraba y guardaba el vino comenzaron a registrar filtraciones de agua subterránea y las primeras humedades. Dichas fugas empezaron a ser preocupantes hace algunos años al constatarse otro hundimiento, motivo que propició que desde la antigua sociedad foral Arabarri se realizara un informe en el año 2009. Entre las causas, dicho trabajo hacía referencia a la falta de mantenimiento, conservación  y cuidado de las cuevas. Asimismo, también mencionaba otros motivos como las posibles fugas de las redes de agua y saneamiento de la calle así como otras filtraciones. La situación empeoró durante los años 2012-13 cuando se produjeron movimientos de muros y nuevos derrumbes.

En este sentido, el Plan Foral de 2012-15 incluyó una partida de 96.000 euros para reurbanizar las calles El Tesoro y Juan Ortega, las más afectadas. A dicha cantidad, se unió en el 2014 otra partida de 50.000 euros, para obras de emergencia que a día de hoy están dispuestas pero no ejecutadas. Las lluvias de los últimos meses han vuelto a provocar corrimientos subterráneos y nuevos daños. Desde entonces, la calle Tesoro se encuentra cerrada al tráfico y al paso de peatones y está cortado el suministro de agua y electricidad.

Ayer, el diputado de Administración Local, Javier Ruiz de Arbulo anunció una nueva ayuda foral de 30.000 euros para recuperar esta zona. Al respecto, Ramiro González ha constatado, tras la visita, que “ha quedado demostrado que estas actuaciones puntuales son absolutamente insuficientes. Las obras se llevan a cabo y los socavones y grietas vuelven a aparecer al poco tiempo. Por lo tanto, estas obras de emergencia no son eficaces. No hay duda de que esta situación requiere una actuación más en profundidad que va más allá de la reurbanización de unas calles”. Por ello, consciente de la gravedad y peligrosidad del problema, Ramiro González ha instado al Gobierno foral, presidido por el PP, que ataje el problema de manera profunda para evitar el derrumbe de parte de Navaridas. “Los desescombros y pavimentaciones puntuales son sólo un parche que no va a curar las maltrechas heridas abiertas de Navaridas. Si queremos que esta villa no acabe hundida, hay que actuar de manera global, contundente y profunda y hay que hacerlo pronto, antes de que sea demasiado tarde”, ha concluido.